A veces "la respuesta" no es LA RESPUESTA

Hay momentos en la vida en que pareciera estamos en algún lugar muy profundo, en donde todo está oscuro y vagamos sin saber el rumbo, con los mismos sentimientos y pensamientos dando vuelta por la cabeza, ansiando encontrar alguna “salida” de ese lugar, esperando toparnos con “algo” que nos ayude a cambiar todo eso que nos rodea. 

En algún momento preguntaba una persona en sesión de coaching, ¿por qué no existe una pastillita que nos haga sentir bien y nos arregle como por magia?, sabiendo de lo irreal de lo que quería, lo único que le quedó fue sonreír al saber que no existe tal “pastillita”. 

En circunstancias así, a veces aparece una cerrazón de ideas, posibilidades o actitudes que ayuden a cambiar. El “no se” aparece demasiadas veces y en demasiadas formas, aislando al cerebro de poder generar opciones con esta “respuesta” automática. 

En la búsqueda de soluciones, acudimos a familiares, amigos, a leer lo que dice el horóscopo, a lectura de cartas, café, mano, lo que sea que nos traiga un poco de “luz” a este lugar tan sombrío. Y ante la mínima respuesta, viene un “descanso” en el ánimo, empezamos a ver la luz, a oír con atención lo que nos dicen o a sentir como se va quitando el peso de encima. 

Y tú ¿cómo le haces para salir de allí? 


Encontrar una luz, no quiere decir que ya encontramos la salida. En las sesiones de coaching me concentro a obtener acciones específicas de esas ideas que salgan. El primer paso es bueno, pero no podemos quedarnos solamente con ese. Usualmente este primer paso se manifiesta al entender internamente que “RECURSO” requerimos para salir o cambiar nuestra situación. 

Paciencia, voluntad, fortaleza, disciplina, amor propio, poder, confianza, autoestima, serenidad, tolerancia, apertura, valor, etc. Todos estos son recursos internos que de adquirir, reconocer o aumentar, nos pueden ayudar a salir adelante. Sin embargo y tal como aquella “pastillita” no podemos comprar, encontrar, comer o sembrar ninguno de estos recursos, por lo que identificar CUÁL es el que nos va a ayudar, es una respuesta pero no necesariamente es LA RESPUESTA. 

¿Haciendo QUÉ, vas a “tener” o “aumentar” este recurso en ti? Específicamente la forma en que desarrollamos todas estas características, varía de persona en persona, por lo que no existe una fórmula mágica que te pueda dar aquí. Lo que te quiero invitar es que si ya encontraste una respuesta que te funciona y no es una acción concreta, si no que es un “recurso”, te des a la tarea de encontrar la forma de que te sientas que lo estás desarrollando y si tienes dificultad en encontrarla, acude con gusto a una sesión de Coaching (Diciembre, la primera sesión gratis) y exploremos más a detalle tu respuesta y convertirla en LA RESPUESTA. ¿Quieres una sesión gratis?