Un valor invaluable



Recuerdo ingenuamente la primera vez que me interesó el proceso electoral y las votaciones. Reflexionaba sobre los candidatos, sus propuestas y debido a que nunca he mantenido afiliación política, me enorgullecía decir que podía analizar mi voto y darlo al que a mi parecer era la mejor opción. 

Digo que ingenuamente porque pensaba además, que juzgaba el carácter del servidor público y de una u otra forma creía que podía descubrir quienes eran los que de verdad cumplirían sus promesas.

El ejemplo de esta semana son esos personajes que tan comúnmente son acusados de incongruentes. Pero ¿estará la congruencia al mismo nivel en valor que el respeto o la honestidad?

Técnicamente se entiende a la congruencia como la relación lógica y coherente que se establece entre dos o más cosas.

La congruencia está intelectualmente definida por la mayoría de las personas como la capacidad de Pensar, Decir y Hacer en el mismo sentido. Sin embargo irónicamente el hacer verbo la coherencia en el día a día es lo complicado.

En el sentido que nos atañe, que es la obtención de resultados, metas u objetivos, también la persona que desea este avance debe tener (no solo entender) la congruencia como valor. Idealmente, con la misma intensidad/fortaleza que sus valores éticos y morales.


¿Qué tan importante para ti es SER congruente?

Ahora que comienza un nuevo año y los propósitos están a la orden del día, es importante saber que no basta con pensar y decir lo que quieres. La trifecta que conforma la congruencia contiene el HACER. Por lo que si dentro de tu persona valoras la coherencia y congruencia, cuidarás tus palabras y propósitos para el 2017, pues deberá aparecer un compromiso en ti, de cumplir cada objetivo que estás manifestando. Creo que hace algunos años a eso se le llamaba "Tener palabra"

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El perro en mi cabeza




Esta semana seré muy breve pues el tema es así de simple. La analogía más cercana que encontré fue una tarde en mi casa al ver a mi perro ladrar a cada persona que pasaba frente a la reja. Además el ladrido continuaba mientras la persona siguiera en el campo de visión del perro.

Fue entonces que después de varias veces observar esta situación, me preguntaba, para qué le sigue ladrando si ya se fue y la parte animal dentro de mi se identificó por un instante.

En muchas ocasiones al comenzar una actividad, ponía todo lo necesario y mi disposición de repente se veía mermada por un ir y venir de pensamientos que no tenían nada que ver con lo que tenía que hacer.

Así descubrí que en mi cabeza existe un perro que a veces se porta bien y otras no. Que ve pasar un pensamiento y le ladra hasta que ya no lo ve más u otro pensamiento se acerca. Así se la vive, enfocando su atención a ideas irrelevantes, absurdas o simplemente inútiles para el momento presente. En ese instante donde me decido a trabajar, llegan los recuerdos de las deudas, de los pendientes, planear que hacer al salir de trabajar, pensar en si ya me está dando hambre y que voy a comer y así sucesivamente mil pensamientos vienen y el perro en mi cabeza los ve, les ladra y les pone toda la atención hasta que mi parte racional le tiene que pegar un grito. ¡YA!

Ese momento donde sabes que ya no tienes que perder el tiempo, que tienes que concentrarte en la tarea a llevar a cabo, que ya estuviste postergando el trabajo. Así con la firmeza de un grito es como me permite concentrarme y enfocarme en lo que se debe hacer.

¿Te ha pasado?

Parece ser que tal y como cualquier otro canino, al que está en mi cabeza también requiere de algo de entrenamiento. De amarrarlo cuando sea necesario, de recompensarlo también cuando se enfoca en lo que debe o me permite trabajar sin contratiempos. Así que la invitación en esta tarde es que reconozcas si existe ese inconveniente con tus pensamientos, que los detectes y sepas cuando poner orden a lo que sucede y sigas con tus actividades importantes.

¿Cómo te vas a asegurar de no distraerte?

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¿Perder la esperanza?



 Tal vez el título de esta entrada suene un poco exagerada, fuerte o sin sentido. Sin embargo tiene un porque.
Es muy conocida la frase, "la esperanza es lo último que muere". Pues hoy te digo "Ten a la esperanza como una amiga caprichosa que puede o no ayudarte". Piénsalo por un momento. ¿Cuantas veces dejaste de hacer/decir algo sencillamente por mantener una esperanza de que otra cosa sucediera?

Pues así, corto y a la cabeza. Hoy pierde toda esperanza. No lo digo para que veas al mundo de forma negativa y que todo lo peor va a pasar, no. Lo que digo es que tomes un segundo y veas que el mantener el sentimiento de que "todo se resolverá" en algunas ocasiones te mantiene inactivo, inmóvil, inerte. Esto únicamente sirve para cuando te está atacando un oso, no para cuando tiene que pasar algo en tu vida.

Así que si hoy estás esperando que te llamen de aquel trabajo, que te resuelvan ese pendiente, que te paguen ese dinero, que por obra y gracia celestial todos tus problemas se resuelvan, permíteme decir que puedes estar pidiendo peras al olmo.

 No estoy diciendo que la esperanza es mala o algo similar. Lo que estoy diciendo es que no te dejes que te mantenga inmóvil, esperando que algo pase cuando bien puedes hacer otras actividades que te benefician, que puedes estar haciendo que las cosas pasen por voluntad propia y no divina. Si te quieres encomendar a dios, la virgen, el universo, la ley de la atracción o lo que desees, adelante, a veces es un motivante extra. Pero mantente activo en el caminar hacia tus objetivos o a resolver ese problema.

Yo confío en dios, sin embargo, miro siempre a ambos lados de la calle antes de atravesar. Este principio es el mismo. Como cuando el agente de tránsito te dice "ayúdeme a ayudarle" así. Si deseas la buena voluntad de ese poder superior, debes también ayudarle a ayudarte. Hoy comienza pensando que no puedes esperar más a que te pase algo para salir de tu zona. Que es momento de moverte y de hacer algo. Así cuando la "suerte" venga te encontrará trabajando y veras que los resultados serán mucho más satisfactorios.

¿Te atreves a perder la esperanza?


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La visión más sexy


La semana pasada hablaba de lo que ganarás en el camino hacia tu objetivo y prometí hablar esta semana de cómo establecer una meta. Si haces una pequeña búsqueda en internet de seguro encontrarás los detalles para pasar de una buena idea a un objetivo final bien establecido.
Pero como no quiero repetir la misma teoría, hoy quisiera hacerte sentir un poco y trasladar un sentimiento especial, entonces vayamos.

Toma un momento para recordar ese gran amor de tu vida, del momento en que se conocieron y la emoción que te daba tan solo en estar en el mismo lugar, una simple plática o las mariposas que se sentían cada vez que se saludaban con un beso o un abrazo, y como esa milésima de segundo se conjugaban tantas sensaciones en tu cuerpo que es inevitable recordarlo y no sonreír.
Recuerda ese amor que iba creciendo de a poco, que solo pensar en esa persona especial te ponía de buen humor y pensabas en que tendrías que hacer para acercarte. Que una fotografía suya te hacía suspirar y esas veces que a lo lejos aparecía y te palpitaba el corazón más rápido, los ojos se llenaban de esa persona y no podías creer la belleza que emanaba.

¿Ya sonreíste recordando? ☺

Ahora, esa misma emoción puedes trasladarla a ese objetivo que tienes. ¿Cómo hacerlo? sencillo. Haz tu visión lo mas sexy posible, enamórate de ella, cierra los ojos e imagina con todo detalle cada aspecto de tu vida al lograr esa meta. Con fina delicadeza pinta ese cuadro sexy, que te atraiga, que te haga sentir mariposas, que te ponga nervioso, que quieras cada día acercarte más y más.

Ahora como si fuera esa persona tan especial, despierta cada día pensando en tu objetivo, trabaja cada día para conquistarlo, piensa en palabras bonitas para describirlo, cierra los ojos y vuelve a ver esa imagen tan seductora que te atrae y te llama a su encuentro. Ve a tu buscador en internet y busca frases de conquista, solo que no las vas a dedicar a una persona, lee cada una pensando en tu meta, en donde quieres estar, en qué quieres lograr, sentir, tener, disfrutar y verás que será un caminar muy interesante.

¿Ha cambiado tu forma de ver esa meta especial?



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