Los sueños y sus críticas



















Cuando platicaba con algunas personas sobre mis planes, en ocasiones solía tener respuestas positivas o alentadoras y otras veces solamente críticas que hacían que en cierto modo me desanimaba.

Si recuerdas, anteriormente escribía en "Deja de criticarme" un método para poder neutralizar a esas personas y convertirlas en aliados, pasar de críticos a consejeros. Sin embargo esta entrada es para una voz interior que también suele criticar y a veces es la más dura.

El por qué existen personas que su más grande juez es esa voz, va más allá de mi comprensión. Esas que todo tiene que salir perfecto, que tienen que hacerlo bien y que no se perdonan que suceda de otra manera. Esa voz también puede desalentar tus grandes planes, intenciones o minimizar logros que vas conquistando.

Y como dicen los comerciales, nada con exceso, todo con medida, he encontrado que limitar esa voz o consultar con ella cuando sea necesario también es de mucha ayuda en el proceso de cambio, mejora, planeación, ejecución o retroalimentación. Así que hoy, la entrada está destinada a controlar un poco ese gran juez que está en tu cabeza, con ayuda de una técnica que un gran personaje utilizó para crear un gran imperio.

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Walt Disney la llamó "Imaginiería", que consta de 3 partes: Un soñador, Un Realista y Un Crítico. Para aplicar esta técnica, afinada por Robert Dilts, es necesario tener algunos puntos claros: 1.- Tienes que tomar completamente cada personalidad, sus modos de hablar, sus posturas, formas de pensar. Todo lo que ayude a adoptar esa identidad. Y 2.- El realista y el crítico están para hacer posible lo que el soñador diga, NO para menospreciar o descartar el sueño.

Así, permitirás tener esa voz que critica pero la usaras para tu provecho y crear posibilidades, no para liquidar esfuerzos o matar sueños.

Te invito a que pases por estas 3 fases: 

1. La Fase del Soñador/a, ¿qué quiero?: ¡a soñar se ha dicho, comienza el paseo por las nubes! Busca un lugar en el que te sientas cómodo/a, siéntate y mantén la cabeza y la mirada levantadas y déjate fluir en cuanto a eso que deseas. Date permiso para soñar a lo grande, con todo lujo de detalles, sin juzgar, sin censurar. Déjate llevar por todo lo que te venga, por absurdo que te parezca, un soñador/a no tiene límites.
2. La Fase del Realista, ¿cómo lo consigo?: de nuevo busca un lugar, diferente al anterior, en el que te sientas cómodo/a, siéntate, pero esta vez coloca tu mirada en horizontal, con una postura ligeramente inclinada hacia adelante, para pensar como un/a Realista. El objetivo de esta fase es transformar las ideas anteriores en un plan viable, y para ello deberás pensar “COMO SI” el sueño FUERA POSIBLE, como si todas las ideas que nacieron en la fase anterior fueran alcanzables, definiendo los pasos a seguir para hacerlo realidad.

3. La Fase del Crítico ¿Y sí…?: y ahora es cuando entra en juego el “cascarrabias”! Siéntate con la cabeza algo inclinada y la mirada un poco levantada, tócate la cara o la barbilla, te ayudará a pensar como un/a crítico/a. El propósito de esta fase es evaluar el plan o proyecto que acabas de plantear, en busca de posibles problemas o “eslabones” que faltan. Pregúntate: ¿cuáles son los riesgos de llevar a cabo el plan?, ¿a quién afectará este plan y de qué forma?, ¿qué o quién podría comprometer su eficacia?, si alguien quisiera objetar este plan ¿qué argumentaciones daría?, ¿qué aspectos positivos existen en la implementación de este plan?, ¿cómo puedo garantizar dichos aspectos cuando lleve a cabo el plan?, ¿cuándo y en qué situación no querría poner en marcha este plan?, ¿qué le falta, qué le sobra?... Con todo lo anterior ¿qué puedo perfeccionar para que la idea y el plan tengan mayor probabilidad de éxito?

Recuerda
  • Un Soñador sin un realista y un crítico no es más que eso: Un soñador
  • Un Realista sin un soñador y un crítico no es más que un robot
  • Un Crítico sin un soñador y un realista es un aguafiestas
  • Un soñador y un realista sin un crítico; podrán producir planes pero podrán carecer de calidad necesaria para el éxito.
  • Un realista y un crítico sin un soñador son una burocracia
  • Un soñador y un crítico sin un realista convierten cualquier vida en una montaña rusa maniaco-depresiva
Y cómo dijera Walt Disney "Si puedes soñarlo, puedes lograrlo"

web: live.vcita.com/site/coachjcm

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