Relaciones y resultados

 "Dime con quien andas y te diré quien eres" es una de las frases más conocidas sobre el entorno y sus consecuencias en la vida personal.

El contacto con el entorno, puede determinar en cierta forma algunas formas de actuar, costumbres o modos que definirán o modificarán parte de la identidad de la persona. Sin embargo, existen sociedades a las que voluntariamente nos incorporamos debido a un rasgo de identidad que compartimos, valores, creencias o comportamientos. Entonces se vuelve un medio en el cual se puede desarrollar algo de lo anterior.

Me confieso seguidor del fútbol, aunque no aficionado de "hueso colorado" y es ahí donde se demuestra la intención de esta entrada. No solamente un grupo de personas están compartiendo un interés similar, lo están haciendo con un propósito en particular y todos lo tienen claro. Así como en una empresa, los que laboran tienen el mismo interés (idealmente) y realizan su trabajo con el mismo propósito (idealmente).

Así como un equipo de fútbol, los colaboradores de una empresa están jugando en equipo, por lo cual, las relaciones que ahí se forman deben ser fueres y poderosas, basadas en la confianza, la solidaridad y el respeto mutuo. Para analizar un poco estas relaciones es suficiente con responder ¿Cuántas personas están dispuestas a "jugársela por ti"?

Un equipo desde la perspectiva de Fernando Flores, es un conjunto recurrente de conversaciones que se llevan a cabo en una comunidad de personas, estas conversaciones generan la acción coordinada y el compromiso por mantener dicha comunidad, cumpliendo una misión en común.

Continuando con el ejemplo del balónpie, si analizamos las estadísticas de los mejores equipos del mundo, podremos encontrar algo en común. La sinergia que se construye en los "pases", esta interacción coordinada con el propósito de anotar un gol, la disposición de dar el balón a otro compañero que está mejor posicionado, o los movimientos que generen posibilidad. Todo eso se verá reflejado en el resultado y muy frecuentemente, el equipo que genere una mayor interacción efectiva, será el ganador.

¿Qué tanta apertura tienes a generar relaciones y sostener relaciones productivas o alianzas? ¿Cuánta confianza puedes generar y percibir en tus relaciones para hacerlas duraderas?¿Cómo respondes a momentos críticos para mantener saludables esas relaciones?¿Qué tanto aprovechas estas relaciones para obtener los resultados que deseas?

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La realidad de la realidad

 Es común escuchar en las personas, opiniones particulares de cualquier tipo de tema, religioso, político, económico, social, cultural, sexual, fútbol y tantos más. Con un detalle que les caracteriza, que suele decirse al finalizar comidas o en torno de alguna mesa, que están "resolviendo los problemas del mundo".

Opiniones, algunas muy bien fundamentadas y otras... digamos que el alcohol puede poner en tela de juicio la veracidad de la idea. En cada ocasión, quien proporciona su punto de vista suele dejar fuera precisamente eso, que es un comentario desde un particular punto de vista, desde una percepción única y filtrada, juzgada y analizada con un listado de creencias, valores e historias exclusivas que suelen distorsionar en cierta medida lo que es la "realidad".

Aprender a "gestionar" la realidad, es una habilidad  que se debe ir practicando, como cualquiera, comenzando por establecer un punto de partida para iniciar, es decir, analizar nuestra efectividad para conocer a ciencia cierta el terreno que estamos pisando. Alguna vez te has preguntado ¿cómo tomamos los datos de la realidad? y entre tantos datos ¿cuáles son los relevantes y cómo sabemos que son relevantes? Una característica que podemos reconocer rápidamente, son las afirmaciones que hagas del mundo, lo que aseguras como verdad. La forma en que estás distinguiendo la realidad con afirmaciones que además de ser verdaderas, sean comprobables.

Inténtalo con afirmaciones irrefutables, el cielo es azul, el agua moja, el mar es salado. Cada una de estas y muchos ejemplos más, podrás comprobarlas mediante cualquiera de tus 5 sentidos, pero ¿qué pasa con las afirmaciones que haces? aquellas sobre el carácter de una persona, sobre sus valores, sobre sus sentimientos, sobre sus intenciones, ¿Cómo sabes lo que sabes y que evidencias puedes brindar para comprobar dicha afirmación?

Además de "gestionar" también aparece la jerarquía de la información, es decir, los datos que son relevantes tomar y cómo se seleccionan. Para este punto es fundamental manejar la información, investigar y buscar la relevancia, coherencia y consistencia de lo que estás afirmando en un determinado dominio.

Estar consciente de esto hará que sepas de una forma, la generación de tu conocimiento, pues instrumentar y aplicar la información obtenida, ampliando la capacidad de expresarla de una forma precisa y eficaz, sujeta a comprobación, te brindará nuevas perspectivas de lo que llamas realidad y lo que otros le llaman realidad.

La empatía o "ponerse en los zapatos del otro" es la forma coloquial que conocemos a lo anterior, la capacidad de ver la misma situación con otros ojos, la habilidad de encontrar más información de la realidad cambiando la visión de esta. La base del entendimiento entre semejantes es todo esto, la cordialidad, respeto, tolerancia, comprensión y más. 

"Si hoy me doy cuenta que no soy tan sabio como ayer, resulta que hoy soy más sabio"

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Miedo, ese viejo conocido

 En entradas anteriores he tocado algunos aspectos que te limitan o impiden avanzar, en técnicas para eliminar esa crítica interna o externa, sin embargo, aún y cuando tu plan sea muy bueno, tu objetivo sea muy atractivo y los beneficios sean muchos se presenta otra emoción o sensación que sigue impidiendo comenzar o seguir con un proceso.

¿Qué te lo impide?

Siendo completamente honestos, muchas veces el miedo aparece y es tan fuerte que no solemos reconocer exactamente a qué. Pues puede variar, miedo a fracasar, a ser juzgado, a perder a alguien, perder dinero o bienes materiales, etc.

Avanzar y alcanzar tus sueños no estará completo sin que en algún punto del camino tengas que enfrentarte al miedo, tu habilidad de seguir avanzando debe salir a superficie cuando te encuentres en ese punto del camino, puede ser al inicio, a la mitad o casi al final.

Una posibilidad será aprender a preguntar e identificar exactamente cuál es la fuente de ese sentimiento. ¿Qué te dice tu miedo? ¿De qué te quiere proteger?. En algunas ocasiones he comparado al miedo con un semáforo que se encuentra con la luz amarilla. Tu cerebro y cuerpo es tan sabio que genera esta opción para hacerte saber que el camino tiene momentos en los que debes hacer una pequeña pausa. Al ver un semáforo con la luz amarilla tienes un momento para decidir si detenerte o acelerar.

Responder a esas preguntas anteriores te dará información que te sirve para tomar esta decisión y aclarar, disminuir o superar ese miedo. ¿Tienes la preparación adecuada para continuar? ¿Tienes la información completa? ¿Existen consecuencias que no has considerado? ¿Sabes que quieres que pase y qué o quien te puede ayudar? ¿Hay alguna habilidad o hábito que te hará más fácil continuar? Lo importante es conocer lo que te está queriendo decir para tomar las diligencias necesarias para seguir avanzando. En algún lugar conocí el siguiente acrónimo.

M entiras

I   nternas

E xponiendose

D emasiado

O bvias

Eso que sientes ¿En verdad está pasando, es real o imaginario? ¿Qué NO quieres que pase? eso te demuestra que realmente es una mentira, pues generalmente estarás creando situaciones en tu mente, probables o improbables, que te están deteniendo, sustentado en puras mentiras que se te presentan demasiado obvias y eso hace que no dudes de lo que está pasando.

¿Que quieres que pase y cómo va a pasar? es una pregunta junto con algunas que ya has leído, que te ayudarán a superar ese miedo, reconociendo su "veneno" y aplicando un "antídoto" a eso que te está diciendo. Pues si le estás dando respuesta a esa situación imaginaria y enfocándote a lo que realmente quieres que suceda, te dará el valor para seguir avanzando.

¿Seguirás dejando que te detenga el miedo?

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