Curioso el caso de algunos "deseos" que se vuelven "caprichos". Aquellos que pareciera que sin importar el tiempo o las circunstancias, esa idea no se va de la cabeza.
Creo que todas las personas hemos experimentado esto. Con algún bien material, desde un juguete, un aparato de moda, ropa, tecnología, casa, coche, incluso hasta una persona. De que se arraiga ese deseo, no hay poder humano que pueda sacarlo de la cabeza. La única solución positiva de esto es ver realizado ese deseo, al tener a la persona o comprar ese objeto tan anhelado.
¿Qué pasa en el cerebro?
Sinceramente, es un proceso misterioso para mi. Seguramente intervendrán ciertos químicos o reacciones que provocan cierta "necedad" en cuanto a obtener la recompensa. Lo que si veo muy curioso es ver que si podemos ser capaces de avanzar contra corriente, con ayuda o sin ayuda, pues todo el cuerpo está esperando esa satisfacción al cumplir con el "capricho".
Si tu sabes cómo convertir un deseo en un capricho por favor dímelo, pues desde donde estoy sentado se ve muy bien. No se sale la idea de la mente, se trabaja para alcanzarla, se hace lo que sea para conquistarla y no se detiene por nada. Es una idea fija que no se borra, es motivo para trabajar, organizar tiempos, ahorrar dinero, incluso para explorar otras posibilidades para seguir avanzando.
Como me encantaría desear así, que mis deseos se instalaran en mi cabeza y no se vayan hasta alcanzarlos, que la imagen sea clara, que me haga esforzarme por eso que quiero, que sea casi imposible quitarle los ojos de encima o tener distracciones. Así aunque me llamen necio, aunque me digan que es un capricho, o incluso que me llamen loco, no me importa si ese es el precio que pagar por cumplir todas mis metas, que sea el precio a pagar por sonreír todos los días, sentirme satisfecho, realizado y feliz.
Suena muy bien ¿no? Encontrar la forma de obsesionarse o encapricharse por objetivos buenos para ti y tus semejantes. Descubrir el proceso para hacer ese cambio y no contemplar ni dudas, ni miedos, ni capacidades, ni limitantes que se interpongan en obtener el objetivo.
Si tu puedes, hazlo, por dios santo, HAZLO. Obsesión, deseo, capricho o necedad, como quiera que lo llames, transfiere todo eso que has querido a tu cerebro, a ese lugar donde no se olvida, donde la intención no disminuye. Aprovecha esa habilidad en tu favor.
Si eres como yo, que esta transformación no suele ser tan fácil, vamos juntos a volvernos cada día un poco caprichosos con nuestras metas, de a pequeños pasos, con avance lento pero seguro, vamos juntos a ser felices, pues si eso que deseas es un camino para la felicidad, no veo el porque no obsesionarse con ello.
Twitter: @jcastanedameza
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