Sin misión no hay visión

 Una de las preguntas más comunes que se hacen en entrevistas de trabajo es ¿Cómo te ves en 10 años? o alguna variante de esta. Para algunas personas puede ponerlas en aprietos  pues realmente no saben contestar y salen del compromiso con la respuesta más "romántica" o utópica que se les ocurre.
¿Tienes clara tu visión a 10 años?

Estamos acostumbrados a ir tomando la vida como sucede o a seguir lo que la sociedad dictamina sin cuestionar, nacer, crecer, estudiar, trabajar, casarse, tener hijos, seguir trabajando, jubilarse y ... Que triste historia si me preguntas, pues cada vez se están alejando de nuestra realidad esos personajes que sobresalen, que tienen un nivel de éxito que admirar y una historia personal difícil de imitar.  

Tener una visión a largo plazo se va complicando pues los gustos u objetivos a más corto alcance representan resultados inmediatos que van de la mano con las circunstancias del momento. Tomarse un momento para hacer este ejercicio de visualización será hacerse consiente de aquello que queremos realmente en el fondo y si estamos comprometidos a tomar acciones para alcanzarlo.

Uno de los puntos necesarios para poder dejar volar la imaginación es tener claro el motivo personal para hacerlo y por eso es que reconocer una misión personal tiene la mayor relevancia en este punto. Descubrir, explicitar y recordar cuál es tu objetivo más profundo en la vida, lo que quieres aportar al mundo y cuál es el legado que te propones dejar, hará que la visión se torne más clara.

Responder a los enunciados anteriores puede no resultar tan fácil, ya sea por falta de claridad o de las palabras exactas que describan la sensación interna. No te preocupes pues no hay ningún formato obligatorio, tiene que ser para ti y de la forma en que te resulte más cómoda. El proceso de descubrir la misión personal trae efectos inmediatos sobre las relaciones, productividad y organización, pues descubres la base con la que juzgas la importancia de las cosas, tus aspiraciones y principios.

Hoy te invito a que te tomes un momento para ver si tu proyecto de vida tiene una imagen clara a 10 años, si está opaca, es tu oportunidad para aclararla, definiendo con más profundidad cuál es la misión de tu vida, los motivos para que te recuerden cuando ya no estés, eso que harías si solamente tuvieras un mes de vida.

Al final, el objetivo implícito de todo ser vivo es ser feliz, los mecanismos son únicos para cada persona, por lo que tienes la libertar de crear la misión para el resto de tu vida. Además tendrás algunos efectos colaterales como:
  1. Una fuente de energía en el camino a encontrar ideas o soluciones a problemas
  2. Brújula para tomar decisiones
  3. Punto de referencia en momentos difíciles
  4. Sistema para incorporar hábitos y convertirte en tu mejor versión

La fuerza de una misión está determinada por nuestro compromiso con ella. Por cuánto nos conmueve, toca nuestras fibras íntimas y pone la vida en perspectiva. Nuestra misión personal es, después de todo, el cambio que queremos dejar en el universo, el legado al que queremos dedicar nuestros años y a lo que esperamos haber sido fieles cuando todo esté dicho.




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