¿Cuánto orgullo tienes?

 Una vez más me encuentro con uno de esos temas que es difícil de explicar o defender, pues está muy arraigado el sesgo negativo que tiene el orgullo, pues decirle a alguien "es que eres muy orgulloso" no es precisamente un halago. Basta con hacer una pequeña búsqueda de sus sinónimos para darse cuenta.

Desde hace algunos años, he sido un buscador del equilibrio. Ya sea emocional, espiritual, físico o psicológico (en algunos casos a mi entender he de confesar) pues es una "constante" que buscan muchos fenómenos físicos, químicos o biológicos. La naturaleza normalmente está cambiando pero en busca de ese perfecto balance entre todos sus elementos.

Con esto en cuenta, recordando una charla de Marco Leone, cuando quieres hablar de una emoción o de un sentimiento, realmente estarás hablando de 3. Aquel que indica el equilibrio y otros dos que señalan los extremos y sus consecuencias. Por ejemplo, uno de mis valores más altos es el de la comprensión. Cuando vivía sin intentar comprender a nadie o a nada, mi cabeza se inundaba de juicios y señalamientos para las personas, por otro lado, cuando reconocí  lo que la "comprensión" podía hacer por mi, comencé a practicarla. Todo extremo es dañino en algún punto y por practicar de más, en algunas ocasiones pasé sobre de mi, al grado de justificar acciones que me causaban incomodidad, molestia o dolor. Encontrar el nivel justo es muy complicado a veces. Ya lo dice el desafío de Aristóteles "Cualquiera puede ponerse furioso...eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto y de la forma correcta...eso no es fácil".

Extrapolando este pensamiento, EL ORGULLO también es susceptible a estas variaciones en intensidad. Quien no tiene nada de orgullo puede ser considerado, dócil, maleable, sumiso, obediente y en algún momento esto le vendrá a ocasionar complicaciones. Por otro lado, el extremo opuesto una persona demasiado orgullosa se le considera necia, cerrada, inconsciente, grosera, soberbia.

Encontrar el nivel justo es cuestión de mucha práctica, de estar consciente de que nos pueden señalar errores que debemos admitir y cambiar pero también ser capaces de defender nuestras ideas o ideales ante quien los quiere atacar. Es reconocer el espacio que ocupamos y ser capaces de obedecer instrucciones dadas por cualquier persona sin menospreciarla o catalogarla como "inferior", pero tampoco llegar al punto de perder toda capacidad de respuesta, defensa o reclamo ante un atropello para nuestra persona o los intereses que defendemos.

Buda lo conoce como "el camino de en medio" aquel donde el equilibrio reside en nosotros.  Nos podemos pasar una vida buscando, pero el esfuerzo traerá más alegrías, menos enojos, más amor, menos rencores, más comprensión, menos juicios, más justicia, menos abusos. Así que hoy piensa que pasa con cualquier emoción o sentimiento frecuente que tengas y averigua si es el centro o estas  hablando de cuando hay en exceso algo o cuando no existe nada de ese sentimiento central.

Twitter: @jcastanedameza

PD: Da click en Re-enfocate en 21 días  y recibe un pdf detallado para iniciar tu camino a la vida que quieres. Si deseas el acompañamiento mediante coaching presencial o en línea, da click AQUÍ y aprovecha que en Diciembre la primera sesión es GRATIS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario