Esfuerzo eficiente

Existe un momento del día en que comienzan a aparecer los asuntos urgentes y por la hora, empiezan las carreras, las presiones y el estrés. ¿Qué pasó? ¿Cuánto avance se hizo antes de que las actividades se hicieran urgentes?. Empiezan a ser comunes los días que tienen 2 frases básicas, 1) Tengo muchas cosas que hacer y 2) Se me fue el día y no hice nada.

Avanzar en el día entre asuntos pendientes y otros que su fecha límite aún no se aproximan es hacerla de "malabarista" y moverse entre actividades con el objetivo de poder avanzar lo más posible. Sin embargo algunas de estas actividades no tienen tanto impacto en el progreso como otras. Hacerlas conlleva una inversión de tiempo y energía que hay que pagar.

No es lo mismo cavar un pozo de 80 metros que 10 de 8 metros. La energía invertida será la misma pero el resultado varía mucho. Entonces, gastar energía en asuntos que tendrán poco impacto evidente y pueden ser la causa de que termina un día y el avance parece mínimo.


Brian Tracy menciona en su libro "Tráguese ese sapo" algunas estrategias para mejorar la eficacia profesional. Ahí dice que "Durante muchos años se ha dicho que si lo primero que hace cada mañana es tragarse un sapo vivo, podrá continuar el día con la satisfacción de saber que lo peor que podía haberle sucedido probablemente ya ha pasado.Su “sapo” es su tarea mayor y más importante, la que probablemente postergue si no hace inmediatamente algo al respecto. También es precisamente la tarea que puede tener el mayor impacto en su vida en este momento. También se ha dicho que “si tiene que tragarse dos sapos, tráguese primero el más feo”. Este es otro modo de decir que si tiene delante dos tareas importantes, empiece por la mayor, la más dura y la más importante.


Por lo que no solo es necesario tener un plan que diga las actividades programadas para ese día. También es indispensable evaluar el impacto de cada una de esas actividades para invertir tiempo y energía inicialmente en aquellas que sean las más importantes o de mayor avance. Empezarlas y completarlas traerá una sensación de satisfacción personal y muy probablemente al final del día tendrá un gozó por el trabajo cumplido.

Piénsalo como un reto, como un desafío personal. Resistir la tentación de empezar por la tarea más fácil. Recuerda continuamente que una de las decisiones más importantes que tienes que tomar cada día es la  elección de lo que harás inmediatamente. La clave para alcanzar altos niveles de rendimiento y productividad es desarrollar el hábito perdurable de encarar la tarea principal.

Entonces ¡a tragarse sapos desde tempranito!
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Mi relación con el futuro

 Cuando piensas en el futuro ¿Qué ves? ¿Cuál sería el futuro inmediato? Creo que la respuesta más lógica a esta última pregunta es que el futuro inmediato es mañana.

Pero "Mañana" ¿me sentiré en el futuro? probablemente no, y tal como la famosa canción en el musical "el mañana siempre está a un día de distancia". Entonces es probable que mi imagen del futuro sea solo producto de mi imaginación y que conforme se acerca, deja de tener este toque "mágico" y comienza a ser más real.

Al preguntar sobre el futuro a la mayoría de las personas comienzan con una lista de bienes materiales, de conocimientos, de experiencias o cambios que idealmente les gustaría haber logrado para "ese día". Y aunque pueda ser discutible el trabajo que se está haciendo en el presente para hacer ese futuro una realidad, si será suficiente, o algún otro tema, la intención de esta entrada no es el diseño u obtención de esa visualización.

Hoy decidí reflexionar en el futuro desde el punto de vista sensorial, pues pocas veces viene la pregunta ¿cómo me quiero sentir en el futuro? Tal vez sea por la presuposición de querer estar feliz, en equilibrio, sentir realización, satisfacción o algún otro adjetivo en el mismo tenor.

Ahora si el futuro inmediato es el día de mañana y preguntara ¿cómo te quieres sentir mañana? cualquiera que sea tu respuesta deberá ser una que provoque en ti, un estado de bienestar o satisfacción. Entonces lo único que hará falta es saber el motivo desencadenante de esa sensación.

En pocas palabras, ¿qué te beneficiaría hacer hoy para que mañana te sientas como te quieres sentir?

Si lo piensas bien, todo lo que visualizas en el futuro lo piensas porque tendrá un efecto emocional en tu persona, sin embargo, pocas veces es consciente cuál exactamente. Haciendo este cambio sencillamente le estarás asignando una tarea, una actividad, una actitud o un logro que conscientemente sabrás el resultado emocional que causará.

Por qué no comenzar a diseñar tu futuro con base en sensaciones interiores y solamente llenar el vacío de saber específicamente que puedes hacer a lo largo del día que te asegure esa sensación al finalizar el día o que al recordarlas tengas en ti la emoción deseada de felicidad, satisfacción, tranquilidad, energía o cualquier otra que elijas.

¿Cómo te quieres sentir mañana?

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De juicios y realidades

Vista, oído, olfato, gusto y tacto son los 5 sentidos que nos permiten recaudar información de nuestro mundo y crear interpretaciones de lo que está sucediendo. No solamente ocupamos estos sentidos, también dentro de nuestra mente existen "filtros" que pueden modificar las deducciones que estamos generando a partir de "la realidad".

Cuando tenemos la información recolectada y filtrada, solemos emitir un dictamen personal sobre la situación que puede o no, ser cercano a la realidad. Debido a que tenemos evidencias que soportan nuestra interpretación, los juicios pueden confundirse en algunas ocasiones por la realidad.

Decir que es de día es una realidad innegable pues el hecho de que se vea el sol hace indiscutible la oración. Declarar sobre si el clima está agradable, entra al mundo de los juicios, pues es desde una interpretación muy personal. Considerando lo anterior, existen momentos de controversia cuando 2 o más personas comienzan a establecer como incuestionables sus juicios hechos, y como cada quien recauda información y la filtra de manera distinta, podemos estar frente a "realidades" distintas.

Los filtros en nuestra cabeza corresponderán a diversos factores, nuestra historia personal, los valores que vivimos, enseñanzas de una figura de autoridad, cánones sociales, paradigmas personales, tradiciones familiares y algunos otros. Esto hace que la información que se adquiere por los sentidos, se distorsione al punto de decir que eso es bueno o malo, que es adecuado o inadecuado, que es correcto o incorrecto y llegar al extremo de decir que así es y punto, no hay más que decir.

Aprender a modificar el lenguaje, aceptando que somos seres interpretativos, dará una apertura a una comprensión en el pensar y el actuar de nuestros semejantes. Basta con hacer un poco de memoria, a aquel juicio que emitiste de bueno o malo, de correcto o incorrecto y como el devenir de la vida te puso en una situación como aquella que juzgabas y comprendes "cosas" que antes no comprendías y adquieres una nueva forma de evaluar la realidad que te puede hacer cambiar de opinión.

Uno de los ejemplos que demuestran este punto es aquel que dice "cuando seas madre/padre me vas a entender" y que puedes ser testigo de la veracidad de estas palabras si ya has pasado esta situación o puedes preguntar si aún no te ha tocado. 

Juicios de carácter, de comportamiento, de gustos, de forma de pensar, son nuestro pan de cada día para los demás. Entender que cada quien tiene sus filtros y vivir bajo la presuposición de que todo comportamiento o decisión tiene una intención positiva (nadie elige sabiendo que se va a equivocar) ayuda a disminuir señalamientos que solo pudieran causar molestia, enojos o discusiones entre las personas.

El libre albedrío no debería condicionarse bajo los conceptos de bueno o malo, ni tampoco debería obedecer tradiciones sociales o familiares, o ser señalado de correcto o incorrecto. Creo que podemos ser capaces de llegar a un entendimiento mayor en donde conocemos que hay causas y efectos, síntomas y resultados. Pasamos trances difíciles en la vida que nos empujan a tomar resoluciones que tienen un limitado número de opciones y elegimos la que en ese momento es "la mejor".

Mirar para adelante y hacer lo mejor posible con los recursos y opciones que tenemos a la mano es lo que nos gobierna. En palabras de Steve Jobs en aquel discurso a los graduados de Stanford, "No puedes conectar los puntos mirando hacia adelante, solo puedes hacerlo hacia atrás". Tal vez en un día, una semana, un mes, un año o una década, mirarás al día de hoy y podrías pensar en lo que hubieras hecho distinto. Lo que te puedes perder es que de haber tomado ayer una decisión distinta a la que tomaste, no estarías donde estás hoy, no tendrías el aprendizaje, la experiencia, los recursos o habilidades que tienes ahora, y esto aplica a todas las personas.

Tus ideas sobre la belleza, la felicidad, el amor, la edad, han cambiado con el tiempo, así cambiará sobre lo que es bueno o malo. Hoy te invito a que me acompañes a un viaje de comprensión y tolerancia hacia ti y hacia los demás, donde hayan menos evaluaciones por parte de jueces que cambian de parecer al pasar del tiempo.

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El cambio que dure

¿Alguna ocasión has intentado hacer algún cambio en tu forma de ser o actuar y solamente te duró algunos días o semanas?
Uno de los conocimientos importantes que se debe adquirir para poder hacer estos cambios duraderos, que debo aclarar que no son únicos o limitativos, es el conocer 3 aspectos relevantes en el proceso de cambio.

El primero es el lenguaje verbal; cuando escucho a la gente que está iniciando un cambio en su vida, puedo ver cierta evidencia que me indica el nivel de compromiso que tienen por hacerlo. En la forma de hablar, en los verbos que usan, en la forma en que algunos verbos son convertidos en sustantivos abstractos. En términos más comunes, cuando la persona dice "estoy intentando" "a ver que pasa si hago esto", cuando pone excusas por adelantado suele expresar una "salida" ante el fracaso del intento, "pues voy a salir temprano pero si hay tránsito puede que llegue tarde" "voy a organizarme pero siempre puede salir algún imprevisto". Este tipo de lenguaje denota una responsabilidad limitada ante un cambio.

El segundo es el lenguaje corporal; acompañar la acción con el cuerpo es sumamente importante pues una mala postura puede comunicar también erróneamente el compromiso al cambio. Decir que quieres salir a correr todos los días y levantarse con pesar, salir y correr con un desgano físico no correspondería a alguien que de verdad tiene ganas de hacerlo. Expresar con el cuerpo es igual de relevante que con la palabra, pues confirma lo que estamos haciendo. No se puede motivar con una postura encorvada ni se puede demostrar cansancio o depresión con un cuerpo en constante movimiento.

El tercero es la emoción; ¿qué emoción es la que necesitas para consolidar el cambio? ante distintos objetivos requerimos distintas emociones. Además también de requerir una en especial que nos acerque al cambio, también es importante identificar las que nos limitan a hacerlo. Miedo, enojo, culpa, tristeza y algunas más pueden obstaculizar el proceso de cambio.

Si estás empezando a hacer algo distinto considera estos 3 aspectos, pues tu cuerpo es un sistema en búsqueda  de un equilibrio que logra al balancear el lenguaje verbal, corporal y emocional. Si realizas una modificación solamente en uno de estos aspectos, pudiera existir una resistencia de los otros 2. Puedes experimentar un "engaño mental" en donde dices que si quieres hacer algo y lo dices con mucha emoción pero tu accionar no corresponde y sueles poner excusas o pretextos que justifiquen la falta de resultados. Puedes poner el accionar pero con emociones contraproducentes que se verán reflejadas en tu lenguaje verbal.

Hacer que un cambio dure no solo es cuestión de hacerlo por más de 21 días, es hacer una revisión personal en al menos estos 3 aspectos para trabajar integralmente desde el 1 día y que cada amanecer sea más fácil que el anterior.

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Construye un puente

 Usualmente vemos hacia el futuro con ilusión de lo que pasará, con emoción de vivir ese momento tan especial. Establecemos objetivos pensando en ese instante final, en las metas que queremos lograr y los efectos que tendrá sobre nuestra vida.

Al comenzar a pensar en el futuro tenemos un deseo de superación, ambición, o una inconformidad con nuestra situación actual. Lo que también se demuestran con síntomas y causas. Aburrimiento, poca motivación, la rutina, falta de inspiración, desánimo, hastío, apatía, inapetencia, indiferencia o alguna que no haya mencionado, son los elementos que nos hacen querer salir de esa situación y apuntar a un futuro más brillante y emocionante.

Piénsalo así, si todo estuviera perfecto y a gusto, ¿para qué necesitarías buscar un objetivo? Detrás de cada meta propuesta está un anhelo de algo mucho mayor como felicidad, paz, equilibrio, superación. La meta es el vehículo que ocupamos para llegar a esas sensaciones.

Recopilando lo anterior tenemos los Síntomas y las Causas de nuestro presente que nos hacen querer más y establecer un Objetivo que nos dará algo mucho mayor que se demostrará en Efectos positivos en nuestra vida. Todo esto tiene un ingrediente que está faltando, son dos extremos de un camino que deben de tener un "puente" que los conecte.

Si has leído entradas anteriores, podrás pensar que se trata de la planeación de las acciones que nos aseguren ese resultado y no estás del todo equivocado. Sin embargo, estamos hablando de circunstancias más personales que solo acciones externas orientadas a una meta.

Lo que me refiero en esta ocasión es a esas piezas que pueden complementar al plan y que hoy nombraremos como los Recursos. Estos pueden ser internos o externos, pueden ser perspectivas, habilidades, valores, comportamientos, formas de ser o conocimientos que tenemos que mejorar o complementar. También existen los recursos externos, como son la ayuda de algún experto de cierta materia, asesoría especializada, inversión de capital por parte de un tercero, materia prima material o humana, etc.

El puente de este presente al futuro deseado, está hecho por Recursos que nos cambian de viaje o que nos permiten hacerlo. Podemos enmarcar nuestra vida y poner tantos detalles pequeños y técnicas que nos brindarán el paso seguro a ese mañana que anhelamos.

¿Qué recurso te posibilita un mejor futuro?


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La vida es una obra


¿Alguna vez habías escuchado esta frase? Yo sí, sin embargo no le daba demasiada importancia por considerarla un tanto romántica y hasta con falta de algún sentido. No le encontraba aplicación práctica real. Ahora la veo con más detalle, es tan literal y directa que la estaba sobre-evaluando o pensando en algún significado oculto que no tiene.

Y es que es así, estamos representando un personaje que elegimos conforme crecimos, imitando conductas, modelando formas de hablar, de vestir, de caminar, de comportarse, y fuimos haciendo nuestra propia mezcla de elementos hasta crear lo que ahora somos. Al menos así me pasó.

Escogiendo a quien imitar, cómo imitar, que características se "ajustaban" más a esta imagen que quería representar y que los demás reconocieran. Fue hasta un momento donde me hice de tantas "mascaras" para este personaje camaleónico que en una pausa en mi vida me "asusté" por no saber que me iba a encontrar debajo de todo eso. O siquiera si iba a encontrar a alguien, pues mucho temía que alguna de esas mascaras ya se hubiera encarnado para nunca salir.

Tomé una decisión en ese momento que hasta ahora la sostengo. Estaré siempre en busca de mi mejor versión, esa que se ajusta a mi filosofía de vida, esa que tiene valores bien claros y no negociables, ese que vive una vida que me hace sonreír y se alegra mi corazón pues es todo lo que busco.

Esta serie de cualidades, valores, comportamientos, actitudes de mi mejor versión, las conozco y entonces ¿por qué esperar a convertirme en esa persona si es un personaje más en esta obra?

Tengo mucha experiencia interpretando cualidades e imitando formas de ser, porque no encarnarme en ese personaje que es mi mejor versión y actuarlo y vivir esos beneficios. ¿Cuanta diferencia marcará si lo intentas tu también?

Describe a tu personaje para esta obra, con las cualidades, valores y actitudes que anhelas y hazlo carne, interprétalo, actúalo, vívelo como si ya lo seas. Lo organizado que quieres ser, lo puntual, lo disciplinado, lo seguro, con la confianza, con el valor, con el coraje, con lo valiente e inesperado que siempre has querido ser y no te has atrevido.

Decide tu también a probarlo al menos un día, una semana, un mes. Pasado ese tiempo escríbeme y cuéntame que tal te fue y si te atreverás a seguir interpretando a tu mejor versión... al final, ¿qué puede pasar?


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¿Qué te falta?

Uno de los comentarios que se pueden escuchar decir a las personas como una de las causas que les impiden alcanzar sus metas es el "auto sabotaje".

Es común que la gente ya tenga muy claro que es lo que requiere para alcanzar sus metas. Disciplina, organización, compromiso, responsabilidad, dedicación, motivación y muchas otras más. Aún con esta información me parece increíble que no hagan algo al respecto.

De ahí la pregunta que da título a esta entrada de blog, ¿Qué te falta? qué es lo que requieres para comenzar a actuar o buscar desarrollar estos valores que sabes que te ayudarán a avanzar. A veces la situación actual, aunque no tenga los grandes beneficios, brinda una sensación confortable o placentera y es difícil abandonar este placer.

En otras ocasiones pareciera que el avanzar o moverse de la situación presente, implicará enfrentarse a "algo" que ocasione "dolor". No se puede cosechar sin haber sembrado y pudiera existir la posibilidad de que el dolor de renunciar a la semilla sea un obstáculo que nos impide disfrutar de la cosecha.

El inconsciente puede tener información que requieres para eliminar esa limitante. ¿A qué te enfrentarás si lo haces? ¿Qué tendrás que sacrificar por obtener tu objetivo? ¿Estás con la disposición necesaria para pagar ese precio? ¿Cómo puedes mantener este "placer" y aún así desarrollar estos valores que te funcionan?

Este trabajo de introspección requiere que tengas la capacidad de abrirte al cambio, al aprendizaje o al desarrollo persona, requiere que examines tus creencias, entendimientos y la forma en que tomas decisiones, que tengas la fuerza a enfrentar a la realidad, que tengas un fuerte compromiso con el crecimiento e incluso a mostrarse vulnerable, pero sobre todo, tener una pasión y sed de transformación.

Todo esto requieres para ser capaz de responder ¿qué te falta? y para eso existe el coaching, para provocar y enfocar esfuerzos o comportamientos personales hacia el logro de objetivos marcados personal o profesionalmente, mediante un proceso orientado a la creación de posibilidades, eliminar limitantes y potencializar los recursos necesarios en el desempeño personal. Si deseas el acompañamiento mediante coaching presencial o en línea, da click AQUÍ

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Planeado o Improvisado

 Estamos en la última semana del primer mes de este 2018 y me pregunto ¿Cuánto has avanzado hacia tu objetivo?


Cuando hago esta pregunta y veo que es difícil de responder me dice que la persona no tiene claro el plan o no está enteramente convencido con él. Y no poder evaluar lo hecho contra el objetivo final y lo planeado impide dar una respuesta clara.

Ante esto me pregunto ¿Cuántos logros, metas u objetivos han sido alcanzados sin algún plan? ¿Cuántos avances han sido hechos por la suerte, la improvisación diaria? o inclusive preguntar ¿Cuál es el resultado de hacer lo que me vaya apareciendo día con día o de ir improvisando los pasos a seguir?

Podrán existir ejemplos en los que la suerte ha sido el factor decisivo en algún avance, pero deberán ser los menos. También en el área de las ciencias, algunos descubrimientos suelen ser productos del tan famoso método de "prueba y error". Pero ¿dejarás que SOLAMENTE la suerte decida si tendrás éxito? o ¿vivirás lo suficiente para aceptar equivocarte las veces que sea necesario hasta que por fin te salga bien?

Si bien existen imponderables en la vida, resulta muy útil el tener un plan al cual seguir, para saber el rumbo de nuestras acciones, para tomar decisiones que nos acerquen a ese objetivo final o poder ser capaces de evaluar el avance y tomar medidas correctivas antes de un "fracaso total".

Ya lo dice esta ley de la física; la energía no se crea ni se destruye... por lo que cada persona tiene una energía potencial para vivir 70, 80, 90 años y cada segundo que pasa en nuestra existencia cuenta, por lo que no quisiera que la suerte determinara mi éxito, ni tampoco estaría dispuesto a desperdiciar energía valiosa de mi vida en ir improvisando y equivocándome para que eventualmente pueda "darle al clavo".

Estamos a punto de iniciar el 2° mes del año y debes tener bien claro el avance que hiciste, y en que punto te encuentras para el logro de todos tus propósitos para el 2018. Si no lo sabes, creo que pudiera beneficiarte hacer una planeación con la que te puedas comprometer y te lleve a tener un año extraordinario.

O ¿quieres seguir improvisando cada día y dejar que la suerte determine si tendrás una vida plena?


Para tu día a día tengo un programa que te acompañará en la planeación, establecimiento de metas y muchas cosas más para que comiences a vivir "Tu vida excepcional" este 2018 y alcances todos tus propósitos. Envíame un correo y te lo hago llegar.


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La negociación interna

 ¿Cuantas veces te pasa que en las mañanas al sonar el despertador te dices "5 minutos más"?

Todos tenemos una capacidad y habilidad para negociar, ya sea con nuestros jefes, subordinados, familiares, amigos, vendedores o compradores. Podrías decir que tienes gran habilidad o poca, sin embargo ¿Cómo negocias contigo?

Este ejemplo que pongo es algo que puede suceder comúnmente, el de tener un diálogo interno que lleve a elegir una actividad por sobre otra, considerando el gusto, el compromiso, la responsabilidad, el tiempo o cualquier otro factor que se te pueda ocurrir. En ese momento de decisión ¿Qué pasa por tu cabeza? ¿haces acuerdos contigo para poder procrastinar?
Hay muchos pensamientos en el día a día que nos pueden distraer de las actividades que pueden ser más beneficiosas para nuestros objetivos y antes de seguir adelante quisiera traer esa moraleja del "sapo". Imagina por un momento que todos los días DEBES tragarte un sapo vivo. Durante muchos años se ha dicho que si lo primero que haces cada mañana es tragarlo, podrás continuar el resto del día con la satisfacción de saber que lo peor que podía haber sucedido probablemente ya ha pasado. Tu “sapo” es la tarea mayor y más importante, la que probablemente postergues si no haces inmediatamente algo al respecto. También es precisamente la tarea que puede tener el mayor impacto en tu vida en este momento. También se ha dicho que “si tienes que tragarte dos sapos, trágate primero el más feo”. Este es otro modo de decir que si tienes delante dos tareas importantes, empieces por la mayor, la más dura y la más importante.


En una entrada pasada mencionaba que era tremendo, darme cuenta que mi primera acción del día era romper un compromiso conmigo, pues en la noche anterior ya había establecido mi hora de empezar el día y al momento de sonar la alarma, hacía un trato conmigo de ponerle más empeño al resto de día, solo si me permitía quedarme en cama 5 minutos más.

¿Haces este tipo de convenios con tu persona en tu mente? ¿Negocias para obtener un placer momentáneo inmediato en lugar de un beneficio posterior? Si lo haces ¿te ha funcionado su resultado? o ¿quisieras cambiarlo?.

Por que no negociar a la inversa, al querer obtener una recompensa pasajera y efímera, hacer este pacto de postergarla hasta haberse "tragado el sapo" y recibir a cambio una mejor gratificación. No todo en esta vida es trabajar, todo esfuerzo merece una retribución, así que ¿por que no celebrar en grande, el haber logrado una meta grande?

¿Tú cómo quieres negociar contigo?


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Año nuevo, ¿vida nueva?

Ha comenzado un nuevo ciclo donde la mayoría de personas se plantean metas a alcanzar o repiten algunas que no se lograron concretar el año pasado o el antepasado. Comenzando con la buena intención al sonar las 12 campanadas y firmemente ir repasando cada deseo al ingerir las uvas.

Todavía es probable que el 1 de enero sea un "día festivo" con respecto a todo eso que planteaste que "ahora si" ibas a trabajar o a perseguir. Hoy es el segundo día donde ya muchos comenzaremos a trabajar, a inscribirse al gimnasio, a tomar agua, a dejar las distracciones del trabajo, a buscar nuevas opciones laborales, a destinar parte del sueldo en el ahorro, etc.

¿Esto mismo paso el 2 de enero del año pasado? Si tu respuesta es positiva, entonces ¿Qué pasó? ¿Por qué no lograste tu meta? ¿Qué tiempo te duró el impulso de hacer algo, de cambiar o de construir?

Analizar las actitudes que te hicieron desistir en años anteriores en tus metas, debería ser un requisito para este año. La evolución enseña que quienes se adaptan a los cambios, mejoran o enriquecen su ser, tienen mayor posibilidad de sobrevivir. Entonces porque no generar cambios más rápidos que nos adapten o nos impulsen a lograr los objetivos.

En entradas anteriores ya he tocado el tema de la persona esa que debes ser para que logre lo que quieres lograr. ¿Lo que quieres cosechar corresponde a lo que ahora estás sembrando?

Eventualmente si tu objetivo no es demasiado urgente, importante o motivante para ti, lo dejarás de lado para regresar a cierta rutina que te funciona, que te es cómoda y que no tiene ninguna razón como para trabajar o esforzarte más. ¿Cómo le darás la vuelta?

Empieza por reconocer estas actitudes que te limitan y después recibe un acompañamiento de coaching y de una vez por todas, alcanza esas metas que tanto deseas.

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